Científicos de todo el mundo pretenden concienciar a la población en el Día Internacional del Asteroide de la importancia de la investigación en este campo
Sean Connery, Morgan Freeman o Bruce Willis han sido sólo algunos de los actores que se han enfrentado en la gran pantalla a la posibilidad de que un asteroide destruya la Tierra. Pero esta no es sólo una hipótesis ni está reservada a la ficción cinematográfica. El riesgo de impacto de un asteroide contra nuestro planeta es real y para alertar de ello la ONU declaró el 30 de junio como el Día Internacional del Asteroide. La fecha escogida recuerda el episodio de Tugunska (Rusia), donde en 1908 impactó un proyectil espacial que arrasó 2.000 kilómetros cuadrados de tundra siberiana.
«Los asteroides son un riesgo real. Que un asteroide colisione contra la Tierra ocurre a menudo, que uno enorme lo haga ocurre cada miles de años sin que por ello debamos bajar la guardia», afirma el doctor Josep Maria Trigo, del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC) y del Institut d’Estudis Espacials de Catalunya (IEEC). Trigo es también coordinador regional de la plataforma internacional ‘Asteroid Day’, que reúne a personalidades como el excomandante de la célebre nave Apolo 13, James Lovell, divulgadores como Bill Nye o premios Nobel como Brian Schmidt. Esta organización es uno de los máximos motores de divulgación del conocimiento entorno a los asteroides.
«Actualmente, tenemos identificados más de 1.700 asteroides potencialmente peligrosos, entre los cuales unos 150 tienen un diámetro superior a un kilómetro», alerta el investigador Trigo. Los expertos coinciden en que estos cuerpos espaciales que superan los 200 metros son altamanete peligrosos, pero que los de un kilómetro podrían provocar un cambio de era, como ocurrió en tiempos de los dinosaurios, o incluso destruir el planeta entero. Josep Maria Trigo y otro investigador del CSIC, Carles Moyano, han elaborado un estudio pionero para desviar algunos de estos asteroides potencialmente peligrosos. La investigación consiste en usar pequeños satélites que orbitarían alrededor de un asteroide para estudiar el impacto y probar la capacidad para desviar un asteroide con un proyectil cinético.
El estudio sobre el universo de los asteroides no solo está enfocada a sus consecuencias, sino también redunda en múltiples descubrimientos de valor en disciplinas relacionadas. La explotación minera en asteroides es uno de los campos de mayor expansión en este sentido. «Ya existen motores, los llamados ‘solar termal rocket’, que permiten extraer combustible de las partículas de agua congelada de algunos asteroides», explica René Duffard, doctor del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y también miembro de ‘Asteroid Day’. Lo que puede ser de gran utilidad en un futuro para realizar escalas en viajes espaciales de larga distancia.
La limpieza de la basura espacial es otra de las tecnologías que también se están desarrollando, aprovechando los mecanismos para detectar nuevos asteroides. «Este es un tema que ya es de vital importancia a nivel ecológico y que lo será aún más en el futuro», alerta Duffard. Además, también será clave para minimizar riesgos en futuros proyectos espaciales. «Un simple tornillo, a gran velocidad, puede causar graves daños a toda una estación espacial», cuenta el investigador del IAAC.