Tras el anuncio de la firma estadounidense, que confirmaba la llegada del Dodge Challenger SRT Demon para el Salón de Nueva York 2017, cita que se celebrará en abril, continúan llegando más imágenes y datos.
Este modelo promete estar un paso por delante del brutal Challenger SRT Hellcat de 716 CV, tanto en términos de potencia bruta -podría contar con 757 CV según el último vídeo de la marca- como de aceleración.
Nos pilló por sorpresa. No nos lo esperábamos. Sabíamos que FCA estaba trabajando en un Jeep Grand Cherokee con motor de Hellcat, un brutal bloque 6.2 V8 HEMI sobrealimentado capaz de generar nada menos que 716 CV de potencia y unos colosales 881 Nm de par motor. Sin embargo, paralelamente, la firma también está trabajando en una nueva evolución del Challenger SRT Hellcat que promete llevar a un nuevo nivel al modelo, tanto en términos de potencia bruta como de comportamiento dinámico. Y para ello rescatarán una denominación mítica: Dodge Challenger SRT Demon.
Este nombre ya ha sido utilizado con anterioridad por la marca, primero en 1971 y después en 2007 con el prototipo Dodge Demon Concept que mostraron en Ginebra ese año. En esta ocasión será el apellido del modelo que está llamado a convertirse en el ‘muscle car’ más salvaje de la Historia, el futuro Challenger SRT Demon, un coche que será presentado el 12 de abril coincidiendo con la celebración del Salón de Nueva York 2017.
Según la marca, el Dodge Challenger SRT Demon 2017 será el modelo más salvaje de su gama, más increíble todavía que el Challenger SRT Hellcat de 716 CV y 881 Nm de par. ¿Y qué es lo que podemos esperar de este modelo? Pues se barajan varias posibilidades, como por ejemplo, que sea una versión con tracción a las cuatro ruedas del SRT Hellcat, lo que llevaría su capacidad para acelerar saliendo de parado a una categoría superior a la de todos sus rivales, aunque parece que finalmente podría ser algo totalmente distinto.
En el segundo adelanto que nos ha proporcionado Dodge acerca del nuevo Challenger SRT Demon 2017, nos avanza una reducción considerable del peso con respecto al Hellcat. Se estima que supondrá un ahorro de peso de 90 kilogramos, lo que dejará los 2.018 kg de éste en unos más asequibles 1.928 kilogramos. Los detalles siguen estando limitados, pero el fabricante asegura que afectarán a “las llantas, dirección, suspensión, frenos, interiores y diversos componentes”.